jueves, 2 de septiembre de 2010

HACIENDO EL PRECURSILLO A NUESTROS CANDIDATOS

HACIENDO EL PRECURSILLO A NUESTROS CANDIDATOS

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y todo será creado y renovarás la faz de la tierra. Oh Dios, que has iluminado a tus hijos con la luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a tu Espíritu para obrar rectamente y gozar siempre de tu consuelo por Cristo Nuestro Señor. Amén

I. INTRODUCCIÓN

Nuestros hermanos chilenos en el Trabajo previo al XXI Encuentro Nacional expresan: que si no se hacen Cursillos, la razón invocada es “no tenemos fichas”. La verdad sea dicha con todas sus letras “no nos faltan fichas”. ¡Ese es un eufemismo” ¡Estamos disfrazando la realidad! Lo que nos falta son PADRINOS, ES DECIR, NOS FALTAN CURSILLISTAS COMPROMETIDOS CON EL “CRISTO CUENTA CONTIGO”, que avancemos más allá de nuestra asistencia a la misa dominical, a dar testimonio cristiano en nuestra vida diaria. Todo eso es connatural a nuestra condición de cristianos católicos, es lo básico, parte de lo obligatorio. El hecho de ser cursillistas nos EXIGE MÁS. Requerimos estar atentos, vigilantes en nuestros ambientes, mirar selectivamente, escudriñar a nuestro alrededor, “poner el ojo” en las “vértebras”, “columnas”, “locomotoras” para que sean los nuevos cursillistas que la Iglesia requiere para comunicar la “Buena Nueva” y cambiar el mundo desde dentro.

Definitivamente estamos pasando tiempos difíciles para obtener los candidatos que el MCC necesita para lograr tanto la finalidad próxima como la remota.

Si escogemos los candidatos adecuados y los precursillamos, se facilitará el encuentro con Cristo, en el cursillo se iniciará el proceso de conversión, lográndose la finalidad próxima. Luego, estos neoconvertidos vértebras se formarán en el poscursillo y se lanzarán confiados en el Señor a fermentar de Evangelio los ambientes, alcanzándose la finalidad remota del MCC

Recordemos que con la finalidad de transformar en cristiano una sociedad que había dejado de serlo, los iniciadores del MCC optaron por:

· Transformar en cristiano a aquellos hombres, que hacen o manejan las estructuras ya existentes, vertebrar cristianos capaces de vertebrar en cristiano un mundo que ya está estructurado (IFMCC 32,d).

Y para lograrlo el MCC (IFMCC 33) planteó lo siguiente:

a) Estudio de los ambientes, concebidos como las personas y las circunstancias que coinciden en un determinado tiempo y lugar.

b) Pastoral de ambientes, a través de las personas de mayor influencia en ellos

c) Selección de candidatos

d) Conocimiento previo y profundo de las personas: sólo partiendo del hombre cómo es, puede llegarse a lo que Dios quiere que sea.

II. LA ORACIÓN EN EL CURSILLISTA

Es indispensable creer y hacer vida lo que IFMCC 327, nos dice: “Las gentes del Cursillo: -Tienen –deben tener- fe en la oración; -creen –deben creer- en el poder insustituible de la oración; -saben –deben saber- que de ella depende la eficacia para la conversión, que Dios da a los que la piden”

El dirigente de Cursillo debe saber y experimentar el numeral 252 de IFMCC: …La principal actitud del evangelizador es caer interiormente de rodillas, profundizar en un sentido de humildad y, sabiéndose mero instrumento bajo la acción discreta del Espíritu, invocar constantemente, con fe y fervor, al Espíritu Santo, y dejarse guiar prudentemente por Él, como inspirador decisivo de sus programas, de sus iniciativas, de su actividad evangelizadora.

Por lo tanto, pidamos perdón al Señor. Oremos para poder salir de nuestra tibieza, de nuestra pereza, de nuestra falta de estudio, del olvido de nuestro compromiso con Cristo. Y así unidos y llenos del Espíritu Santo afrontemos la problemática que nos aqueja, que se inicia en nosotros mismos. Llenémonos de confianza y valor pues Jesús nos ha dicho: “Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo (Mt 28,20)”, así como: “Pedid y recibiréis (Jn 15,5)”.

Vemos la importancia de vivir en Gracia, para ser, tanto represas como canales a través de los cuales fluya Su Gracia.

III. SUPERANDO LAS DEFICIENCIAS EN EL PRECURSILLO

Y así llenos de la Gracia de Dios podamos superar las deficiencias que se señalan en el Precursillo:

§ La falta de estudio y penetración de los ambientes prioritarios a evangelizar

§ Las fallas en la búsqueda, selección y preparación de los candidatos…

· Así, hoy la selección la estamos haciendo de manera indiscriminada, sin planificación, invitando a vivir el cursillo exclusivamente a los amigos, en desmedro de las necesidades ambientales.

1. Con respecto a la selección de ambientes que se busca transformar. Es fundamental verificar el ambiente que tiene deterioro y planificar una acción coordinada para “atacarlo” y buscar su mejoramiento.

2. En cuanto a la selección de los líderes de los ambientes. Debemos de olvidarnos de ver al MCC como un reformatorio, un centro que arregla problemas personales y familiares. El Espíritu Santo, no ha abandonado a sus hijos con estos problemas, ha suscitado otros movimientos, donde está esperándolos para derramar su poder sanador.

Los cursillistas apenas presentamos candidatos y los tenemos en nuestros ambientes. Se debe seleccionar a personas “vértebras”, líderes, que son capaces de asumir compromisos de transformación con madurez y seriedad.

Se seleccionarán personas que se empeñan en mejorar las instituciones, y son perseverantes en el cumplimiento de las tareas asumidas.

Elegiremos a personas proactivas, con compromiso social - porque aunque ellos no lo sepan- están buscando a Dios…

Precisamente, a éstas personas tenemos que “echarles el ojo”, buscarlas, hacernos amigos e invitarlas a vivir la experiencia de un cursillo.

3. Haciendo el Precursillo a nuestros candidatos

Tenemos que precursillarlos, es decir, antes de vivir el cursillo debemos darles la oportunidad de despertar en ellos o ellas, el deseo de conocerse a sí mismo, de conocer a Cristo y conocer a los hombres, sus hermanos.

IFMCC, 184, respecto a la preparación de los candidatos nos dice, “es dar una preparación previa y adecuada, fomentar el deseo de encontrarse consigo mismo, con Dios, con los hermanos, y con el mundo, es decir, fomentar el deseo de conversión a aquellas personas-clave, que se piensa que son los candidatos posibles para el Cursillo”.

Precisamente, Monseñor Viloria sostiene en “Precursillo: para meter tres hambres”, que entre la selección del candidato y la realización del cursillo media un tiempo de preparación que le llamamos precursillo.

En el precursillo, se creerán las tres hambres: hambre de sí mismo, hambre de Dios, y hambre de los demás y del mundo, con lo cual estarán en mejor disposición para asistir al cursillo. Y el nuevo cursillista saldrá con un sólido compromiso de fermentación.

A. Veamos el hambre o deseo de encontrarse consigo mismo

· Consiste en crear en el candidato la inquietud de lograr una autenticidad de vida.

· Para lograrlo, es necesario “despertar en ellos el deseo de ser mejores como hombres y como cristianos”.

· Para crear esta primera hambre es fundamental el testimonio del que realiza el precursillo al candidato.

· El candidato debe ser interpelado con la palabra. Así puede incluir las siguientes inquietudes:

a. Sobre su propia felicidad

· ¿Eres feliz?; ¿crees que la felicidad se basa en mantenerse siempre igual, sin cambiar?; ¿piensas que la felicidad está únicamente en la satisfacción de los deseos de tus sentidos?; ¿no habrá algo más que pueda dar una mayor felicidad?; ¿deseas esa felicidad mayor?

Vivencia 1:

§ Un colega me invitó a vivir el cursillo, me visitó por lo menos 6 veces, apenas lo veía, le reiteraba mi deseo de asistir al cursillo, no sabía que me visitaba para realizar el precursillo en mí y despertar el deseo de encontrarme conmigo misma, con Cristo y los hermanos...

§ En una de las visitas, me preguntó, si era feliz, le dije que creía que sí, pero que algo raro pasaba en mí, le referí que luego de concluir tareas como preparar una ponencia, terminar un trabajo, experimentaba vacíos, los cuales calmaba con lectura de libros religiosos, de preferencia. Esto era llevable, pero cierto día fui invitada a Guatemala a dar una ponencia, me fue bien, me felicitaron, y quedé muy contenta.

§ Pero de regresó en el avión, de un momento a otro, sentí un vacío muy, pero muy grande y doloroso. Bruscamente me di cuenta que la felicidad que había disfrutado luego de la ponencia era nada, era vanidad, era efímera. Sentadita en el avión, se me caían las lágrimas y le decía: “Dios mío, en la vida debe haber algo más, porque sino la vida es una estafa … Perdóname Señor, por lo desagradecida que soy, pues tengo padres, hermanos, esposo, hijos y trabajo”

§ Mi padrino me dijo que Dios nos llama y habla … y que en el Cursillo tendré las respuestas …

¿Qué estaba haciendo mi PADRINO? Despertando en mí, una disposición de escucha, propiciando una actitud de conversión y contagiándome el deseo de Dios. Es decir me estaba PRECURSILLANDO…

El Señor ha permitido que “descubra” a lo largo de estos tres años como integrante del SEN, los vacíos o inquietudes que experimentan sus hijos antes de vivir un Cursillo. Estos vacíos lo expresaban al presentarse o al testimoniar en una Asamblea, Encuentro, Cursillo de Cursillos. Pues bien, antes de vivir el Cursillo, nuestro corazón esta inquieto, insatisfecho, anda buscando a Dios.

En el Cursillo al realizarse el encuentro consigo mismo, somos “iluminados” y de repente “descubrimos” que lo que nos faltaba para ser completamente felices, era vivir el encuentro con Cristo Vivo, en el que encontramos descanso y sosiego. En el Cursillo, al encontrar la plenitud de la felicidad, experimentamos lo que dice San Agustín: “Nos hiciste, Señor, para Ti e inquieto estará nuestro corazón hasta que descanse en Ti”. Se ha producido el feliz encuentro de la Gracia con nuestra libertad.

b. Sobre su autenticidad

§ ¿Eres auténtico contigo mismo, con tu familia, con tus compañeros?; ¿o usas siempre disfraces ante ti y ante ellos?; ¿crees que puedes lograr la autenticidad en tu vida?; ¿si lo crees, porqué no emprendes esa búsqueda?

Tal vez, nuestro candidato, puede tener situaciones ambiguas en su vida y ante esta pregunta lo invitamos a reflexionar, a aspirar a ser mejor persona.

c. Sobre su crecimiento personal

§ ¿Sientes que has crecido en tu ser persona?; ¿crees que puedes ser más y cada vez más persona?; ¿no es la hora de emprender esa búsqueda de crecimiento?

Nuestro invitado puede haber logrado muchos éxitos en su vida profesional, de negocios, familiar, etc. Pero ha descuidado crecer como persona, creada por Dios y amada intensamente por Dios. Así lo invitamos a pensar en su crecimiento como persona.

d. Sobre su responsabilidad

§ ¿Estás contento con tu respuesta a la vida?; ¿eres realmente responsable en tu familia, en tu trabajo, con tus más cercanos?; ¿puedes ser mejor profesional, mejor padre, mejor madre, mejor hijo-a, mejor amigo?; ¿por qué no lo eres?

Logrado el éxito, muchas veces el hombre se inclina a saciar sus egoísmos, porque según él, ha logrado todo con su esfuerzo, y pues, ha llegado el momento de disfrutarlo. No repara que tiene responsabilidades con la familia, con la sociedad. Y que tiene que ser cada día mejor esposo o esposa, mejor padre o madre, mejor hijo o hija, mejor ciudadano, mejor profesional, etc. Podemos animarlo y decirle que no está solo, que cuenta con la ayuda de Dios para lograrlo…

Estas y otras interpelaciones crearán en el candidato el hambre de conocerse cada vez más y de ser mejor. De esa manera el candidato entrará al cursillo con un vacío que buscará llenar en el encuentro consigo mismo.

B. Respecto al hambre de Dios, se aspira a provocar en el candidato el deseo de conocer mejor a Dios.

· Despertar en el candidato la esperanza de encontrarse con el salvador durante el Cursillo, así el candidato dará su “sí” a Cristo, al reconocerlo como su salvador.

· Los encargados de hacer vivir el precursillo al candidato serán los primeros en vivir con profundidad cristiana la satisfacción de las expectativas que el futuro cursillista quiere llenar.

· De esa manera él se convencerá de que sí es posible vivir así, tal como en su más honda intimidad lo llega a desear.

Para lograr esta actitud fundamental en el candidato nos pueden servir las siguientes preguntas:

a. Sobre su relación con Dios

§ ¿Conoces a Dios?; ¿crees que Dios se deja conocer y que realmente es posible conocerlo?; ¿cómo está tu relación con Dios?; ¿es importante en tu vida o te fastidia su presencia?; si crees que es importante, ¿por qué no sales a su encuentro?

Unos nos dirán que si lo conocen, que Dios los ayuda, que rezan.

Otros nos dirán que si creen en Dios, pero están alejados, no van a misa desde que salieron del Colegio, o desde que son adolescentes…

El padrino puede decirles a los alejados, que Dios no se ha olvidado de ellos, que los está esperando en el Cursillo, para actualizar la amistad…

b. Sobre su realización cristiana

§ ¿Crees que la vida que quiere ser cristiana se realiza sólo en reunión con Dios?; ¿o crees que Dios es un simple agregado?; ¿es Jesús importante en tu vida?; ¿no crees que debe tener una mayor importancia?; ¿cuándo recurres a Dios?; ¿no debería ser siempre, en toda circunstancia?

c. Sobre su felicidad en Dios

§ ¿Piensas que Dios nos creó para ser felices?; si es así, ¿por qué no lo eres plenamente?; ¿crees que dios puede dar la felicidad plena?; si no ha sucedido así contigo, ¿no será que no le has dado la importancia que tiene?

Con estas interrogantes, u otras similares el candidato empezará a sentirse interpelado, y a querer buscar respuestas concretas que satisfagan esa hambre de Dios.

C. Veamos ahora el tercero: hambre de los demás y del mundo

§ Aquí se intenta que el candidato se interrogue sobre el cumplimiento de su responsabilidad como ser perteneciente a una sociedad y a un mundo concreto.

§ Para lograr que surja esta hambre en el candidato, se pueden sugerir estas preguntas:

a. Sobre su relación con los demás:

§ ¿Te consideras individualista o solidario?; ¿te das a los otros, porque eres un ser social?; ¿te aprovechas de los otros en todo, para tu propio y único beneficio?; ¿o pones tu ser en función de la sociedad y del desarrollo de todos?

b. Sobre su responsabilidad en el Plan salvador de Dios

§ ¿Consideras que tu salvación es individual o comunitaria?; ¿crees que Dios te asocia a la salvación de los demás?

c. Sobre su relación con el mundo

§ Las instituciones ¿pueden mejorar o no?; ¿has hecho algo para que sirvan mejor al mundo y al hombre?; ¿no es hora de trabajar para que esas instituciones sirvan para el desarrollo humano y cristiano de la sociedad y del hombre concreto?

Sembrando estas y otras inquietudes respecto a los demás y al mundo, el candidato estará en disposición de búsqueda para saciar su tercer hambre.

Vivencia 2

En el Cursillo, Dios, en su infinita bondad, me permitió:

· En la primera noche, tener un encuentro conmigo misma, ya desde el rollo Inicial, sentía que las palabras de la Coordinadora, me golpeaban.

· En las dos meditaciones del retiro, me di cuenta de cuán alejada estaba de Dios y que era una máquina de trabajo y nada más. Al descubrir la bondad de mi Dios Padre, que estaba esperando a su hija pródiga, me abracé a su amor y a su perdón.

· Luego del rollo Estudio, fuimos al Sagrario, Cristo me esperaba, ahí viví un encuentro con Cristo Vivo, descubrí ¡cuánto me ama, Cristo!, ¡había muerto por mí, para salvarme!

· “Entendí” que los vacíos que experimentaba eran mi búsqueda desesperada de Dios, era una oftalmóloga que buscaba a ciegas a Dios.

· Acababa de conocer la felicidad plena. Él puso ante mis ojos del alma la dimensión divina, opté por Jesús, y le regalé mi vida para que la administre, porque yo no había sabido administrarla. Y en el colmo de la felicidad, le dije que era mi Esposo Celestial… Claro, a esas alturas yo no sabía que el Espíritu ora en nosotros.

· Al enterarme del trabajo de las hermanas del GOS, experimenté dolor de mi egoísmo y con lágrimas en los ojos le pedí al Señor que las bendiga infinitamente y que si gusta me enseñe a trabajar como ellas…

Agradezcamos al Señor que nos dio un PADRINO o MADRINA, dócil a sus mandatos, cuyas palabras y testimonio de vida calaron en nosotros.

Y que Dios los bendiga siempre.

Hermanos ahora nos toca a nosotros ser esos PADRINOS O MADRINAS. Oremos, estudiemos, preparémonos para hacer el Precursillo a los candidatos que Cristo desea llevemos al MCC, para que abiertos a la Gracia de Dios experimenten en el Cursillo, el encuentro consigo mismo, con Cristo y los hermanos.

¡DE COLORES!

IV. REFERENCIAS

Trabajo previo al XXI Encuentro Nacional MCC, Antofagasta 27-29 Junio de 2009, Chile, p. 10 En:http://www.cursillosdecristiandad.cl/img/dest_28/Documento%20%20Conclusivo%20Final%20Antofagasta.pdf

Ideas Fundamentales del MCC. Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad. Redacción, 1990. Edición Venezolana de la Edición Típica. Ed. Trípode, 1992, p.25,114,96,73-74.

Mons. Ramón Viloria. Precursillo: Para meter tres hambres. 54 Temas sobre el MCC., Caracas, Ed. Trípode, 1991, p. 266-270.

San Agustín. Confesiones, I,1: CCL 27, 1.

Te damos gracias Señor, por los beneficios que nos has dispensado a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Elva Sánchez de Cáceda

elva.sanchez@gmail.com

elvasanchez.blogspot.com

senmcc@gmail.com

http://cursilloscristiandadperu.org

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio